domingo, julio 23, 2006

El escenario del Estatuto

EL OJO PÚBLICO

Firma: ROBERTO L. BLANCO VALDÉS

El viaje a ninguna parte de la reforma estatutaria


¿Y SI toda la actual refriega estatutaria entre el PSdeG, el PP y el BNG no fuera más que puro teatro destinado a ver quién carga al final con el mochuelo del fracaso de la reforma proyectada? No, no crean que se trata de un delirio. Más bien todo lo contrario. Vean si no.


El PP y el BNG mantienen en temas básicos posiciones antagónicas (la definición de Galicia, la bilateralidad y el Estatuto del gallego como lengua oficial y lengua propia) en las que el acercamiento no es posible. Y no lo es porque sus posiciones resultan lógicas en términos políticos: el BNG no puede aceptar menos de lo conseguido por el nacionalismo catalán y el PP no puede transigir aquí con lo que consideró en Cataluña inadmisible.

En estas condiciones, pedirle al PP o al BNG que cambien de posición supera con mucho lo que en política resulta razonable. El BNG no puede hacerlo porque ni su electorado ni su militancia entenderían que Quintana meta al nacionalismo por primera vez en el consenso estatutario a través de un Estatuto que no llegue al suelo fijado por el texto aprobado en Cataluña. La imposibilidad de los populares para girar es aún más clara: si aceptasen en Galicia lo que han rechazado en Andalucía y Cataluña, quienes hoy les exigen ese giro los acusarían mañana de oportunismo y de actuar sólo a impulsos de su interés electoral.

En estas condiciones, los partidos podrían optar por seguir con esta feria sólo con el objetivo de hacer a los otros responsables del fracaso: el PP, para cargarle el muerto al BNG, y el BNG, para cargárselo al PP. Sería, en todo caso, el PSdeG -que trabaja con la ventaja de que su posición es móvil porque no tiene una postura bien definida- el que tendría más que ganar -demostrando que el PP y el BNG son fuerzas extremistas incapaces de pactar por el supremo interés de los gallegos- y menos que perder, pues la frustración de la reforma podrían echarla los socialistas sobre los hombros del PP, del BNG o de los dos, según le convenga en función de cómo marchen los sondeos.

Todo esto tiene, claro, un gran inconveniente: que supone engañar, de un modo consciente y planeado, a todos los gallegos. Pues, si como parece evidente, no hay mimbres parlamentarios para hacer hoy un nuevo texto estatuario, lo sensato sería abandonar ese proyecto, sin echar la culpa a nadie por mantener sus legítimas posiciones democráticas, y esperar a que los electores decidan al respecto. Apostar por lo contrario, es decir, por mantener al país embaucado con un debate que no puede conducir a parte alguna, es una forma, sí, de hacer política: pero es hoy la peor forma imaginable.

La Voz de Galicia, 24 de julio de 2006

2 comentarios:

Anónimo dijo...

O terceiro parágrafo do texto que reproduces di así: "...ni su electorado ni su militancia entenderían que Quintana meta al nacionalismo por primera vez en el consenso estatutario a través de un Estatuto que no llegue al...".

O entrecomillado peca dun erro gravísimo que ao profesor Blanco Valdés non se lle debera escapar, de non ser que teña intencións espurias. O estatuto de 1936 foi aprobado grazas ao nacionalismo, foron outros os que deron as costas ao Estatuto. Así que é de todo incorrecta a frase. E o dato é relevante de máis como para supór un mero despiste (tanto para o columnista, que non é precisamente do meu agrado, coma para o "blogger" dados os coñecementos que se lle presupoñen).

Anónimo dijo...

EL ESTATUTO DEL 36, ESE QUE DECIA "GALICIA SE ORGANIZA COMO COMUNIDAD AUTONOMA EN EL ESTADO ESPAÑOL, CON ARREGLO A LA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA Y AL PRESENTE ESTATUTO".Ç
COMUNIDAD AUTONOMA DE DONDE VIENE PUES LA INVENCION DE NAZON, COMUNIDAD HISTORICA,ETC.
SI ESTAMOS EN EL AÑO DE LA RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA PUES PARA HACER HONOR AL ESTATUTO DEL 36 EN EL DEL 2006 QUE GALICIA SIGA CONSTITUIDA COMO COMUNIDAD HISTORICA, NO CAIGAMOS EN LA TRAMPA DE LAS EVOCACIONES DE BARDOS, NI INVENCIONES NAZIONALISTAS, NI EN LA INMERSION LINGÜISTICA, EL QUE QUIERA HABLAR GALLEGO QUE LO HABLE Y EL QUE QUIERA CASTELLANO QUE HABLE CASTELLANO