Anduvo el Papa por Valencia. Para algunos medios de comunicación fue la noticia del fin de semana. A otros se les perdió en páginas interiores, entre la letra pequeña. Sería por el calor, que amodorra mucho. Para la Moncloa el encuentro de Zapatero con el Papa fue más cordial de lo esperado. Y es que estos monclovitas, con tanto besuqueo con Otegi y otros gudaris del tiro en la nuca, han perdido la costumbre de tratar con personas decentes. Pero, ya digo, Benedicto XVI estuvo de lo más majete. Ni un reproche para las bodas homosexuales. Y es que, como la cosa iba mayormente sobre la familia, el Pontífice no querría disgustar a Sonsoles y las niñas. Hubiera sido contraproducente.
Libertad digital, José Vilas Nogeira. Catedrático de Ciencia Política de la USC.
miércoles, julio 12, 2006
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