miércoles, febrero 27, 2008

Algunas personas toman café



EN UN CAFÉ

He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero

He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza

Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate

No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.

Carlos Edmundo de Ory

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Y hablando de café porque no recordar "Poesía de Amor" de Café Quijano.

Te quiero escribir una poesía de amor
que hable de ti, que hable de mí.
Serán versos en el aire que puedas respirar,
que te empapen el alma, que te empapen de amor;
serán letras con verdad unidas en mi corazón
para decirte que te amo, que te quiero,
que te sueño, que te necesito.

Cómo puedo explicar lo que el alma intenta decir,
trato de entender que amar puede ser así.
Evitaré mientras pueda martirizar mi existir,
dejaré al azar la suerte de sentirte aquí.
Recitaré mi poesía de amor sólo con mis besos;
en ellos te diré que te amo, que te quiero,
que te sueño, que te necesito.

Anónimo dijo...

TQI

Anónimo dijo...

Siempre

Anónimo dijo...

Tomate el café porque despues estará frio.

Anónimo dijo...

Fue el café más amargo que he tomado en mi vida!!!!!

Anónimo dijo...

Los cafés recalentados ya no saben igual.

Anónimo dijo...

A veces la cobardía impide tomar un café y sé que "el prometido" no llegará.

Anónimo dijo...

El café es una de las bebidas más socializadoras que además contiene una sustancia llamada cafeína que estimula y por eso a algunos no lo quieren tomar.

Anónimo dijo...

Solo quiero adelgazar "21 gramos".

Anónimo dijo...

Os dejo como regalo de Papa noel una buena poesía de Ángel Gonzalez para cuando tomeis con alguién un último café.

Final conocido


Después de haber comido entrambos doce nécoras,
alguien dijo a Pilatos:
-¿Y qué hacemos ahora?
Él vaciló un instante y respondía
(educado, distante, indiferente):
-Chico, tú haz lo que quieras.
Yo me lavo las manos.


Muchas gracias Angel, nadie podría haber expresado lo que pasó mejor. Tu has sido el principio y el fin.
23-12-2008